Tonifica, refresca, hidrata. Ideal para pieles sensibles y con rosácea. Tiene propiedades regeneradoras, calmantes, relajantes, antiinflamatorias, antibacterianas, descongestionantes.

Con su aplicación se controlan los granitos, se hidrata la piel y se equilibra el pH.

Como tónico: se aplica luego de la limpieza y antes de la crema para evitar la sensación de tirantez.

Para reducir las bolsas y ojeras: guardar el agua de rosas en la heladera y pulverizarla sobre discos de algodón para colocarlos unos minutos en los ojos y acabar así con la mirada cansada.

Para controlar el acné: por sus propiedades antibacterianas, el agua de rosas es un buen aliado para las pieles con tendencia acneica. También ayuda a disminuir el enrojecimiento.

Para hidratar el pelo: el agua de rosas también se puede aplicar en el cabello. En este caso es mejor echar unas gotas en el champú o en el acondicionador para conseguir una hidratación extra por ejemplo en melenas teñidas, secas o con las puntas abiertas.

Para relajarte y conciliar el sueño: su agradable aroma puede ayudarte a controlar el estrés, relajarte y dormir mejor. Para ello te aconsejamos que pulverices un poquito de agua de rosas sobre la almohada antes de acostarte.

Presentación: envase ámbar con válvula spray 100ml